La Seguridad Social empieza a pagar indemnizaciones a las víctimas del amianto cuatro años después de lo previsto

A. G. G., de 72 años, falleció el pasado 14 de diciembre en Legazpi (Gipuzkoa) a causa de un mesotelioma pleural adquirido por su exposición al amianto a lo largo de distintos trabajos como electricista y responsable de red de aguas ejercidos desde 1970. En su esquela quedaba claro bajo su nombre: “víctima del amianto”. Es muy probable que este trabajador sea el último fallecido por esta causa antes de que el Estado español, con muchos años de retraso respecto a otros países europeos, empiece a indemnizar a las decenas de miles de damnificados por enfermedades relacionadas con el asbesto, peligroso para la salud. Sin embargo, las familias de las miles de personas que ya ha muerto por exposición al amianto no podrán beneficiarse de estas compensaciones.
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