Naviera Armas, Mr. Wonderful o Tony Roma’s: la banca planta cara a los fondos e impugna las reestructuraciones a medida
El caso Celsa marcó un antes y un después en el futuro de las reestructuraciones, tanto por ser el primer plan que se presentó, tan solo unas horas después de que la reforma de la ley concursal entrara en vigor, en septiembre de 2022, como por dar una solución novedosa: los fondos acreedores convirtieron su deuda en capital y tomaron en control de la compañía, desplazando a la familia fundadora, que se oponía a ello fervientemente. A partir de entonces, las firmas inversoras empezaron a analizar con detenimiento el texto legal y utilizarlo como una arma jurídica a su favor y lograr sacar adelante sus propuestas de viabilidad de las sociedades con dificultades en las que invierten dinero, obligando al resto de acreedores, entre ellos las entidades financieras, a asumir sus condiciones relacionado en la mayoría de ocasiones con fuertes quitas y aplazamiento de pagos no consensuados. La banca, que interpreta esto como una lectura torticera de la norma, ha decidido plantar cara e impugnar los planes de reestructuración para hacer valer su posición.
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