El líder talibán advierte a los afganos en el cuarto aniversario de la toma del poder

En Afganistán, el líder talibán Hibatullah Akhundzada advirtió el viernes de que Dios castigará severamente a los afganos que sean desagradecidos con el Gobierno islámico del país, marcando así el cuarto aniversario del regreso de los talibanes al poder con amenazas contra quienes se opongan a su Gobierno.
Akhundzada, a quien rara vez se ve en público, dijo en un comunicado que los afganos habían soportado penurias y hecho sacrificios durante casi 50 años para que pudiera establecerse su interpretación de la ley islámica, conocida como sharía.
La ley había salvado a la gente de "la corrupción, la opresión, la usurpación, las drogas, el robo, el atraco y el saqueo. Estas son grandes bendiciones divinas que nuestro pueblo no debe olvidar y, durante la conmemoración del Día de la Victoria, expresar una gran gratitud a Dios todopoderoso para que las bendiciones aumenten", declaró Akhundzada.
"Si, en contra de la voluntad de Dios, no expresamos gratitud por las bendiciones y somos ingratos por ellas, seremos sometidos a un severo castigo (de Dios)", añadió en un comunicado compartido en la plataforma social X por el portavoz jefe de los talibanes, Zabihullah Mujahid.
Retirada de las tropas de EE.UU. y de la OTAN
Los talibanes tomaron Afganistán el 15 de agosto de 2021, cuando la OTAN y Estados Unidos retiraron sus fuerzas al final de una guerra de dos décadas. Desde entonces, han impuesto su propia lectura severa de la ley islámica en la vida cotidiana, incluidas restricciones radicales a mujeres y niñas, basadas en edictos del propio Akhundzada.
El miércoles, en una reunión del gabinete en Kandahar, Akhundzada afirmó que la estabilidad del Gobierno talibán residía en la adquisición de conocimientos religiosos.
Instó a los talibanes a aumentar la "conciencia religiosa" entre la población, tomando medidas enérgicas contra lo que consideran conductas inmorales, entre otras cosas, según una declaración de otro portavoz del Gobierno, Hamdullah Fitrat.
Akhundzada ordenó al Ayuntamiento de Kabul que construyera más mezquitas, y en general se centró la atención en identificar medios para "consolidar y fortificar aún más" el Gobierno, dijo Fitrat.
"Nos mantenemos en pie, incluso en la oscuridad"
Las celebraciones del aniversario de este año son más discretas que las del año pasado, cuando los talibanes organizaron un desfile militar en una antigua base aérea estadounidense.
Las autoridades han previsto una lluvia de flores aérea y una exhibición deportiva en la capital, Kabul. Los miembros del Gabinete pronunciaron discursos a primera hora del viernes en los que enumeraron los logros del Gobierno y destacaron los avances diplomáticos.
Grupos de derechos humanos, gobiernos extranjeros y la ONU han condenado a los talibanes por el trato que dan a las mujeres y las niñas, que siguen sin poder acceder a la educación más allá del sexto grado, a muchos trabajos y a la mayoría de los espacios públicos.
Una herida abierta de la historia
Algunos lugares de las celebraciones oficiales del aniversario están vedados a las mujeres porque se les prohíbe la entrada a parques y otras zonas recreativas. Miembros del Movimiento Unido de Mujeres Afganas por la Libertad organizaron el viernes una protesta bajo techo en la provincia nororiental de Takhar contra el régimen talibán.
"Este día marca el comienzo de una oscura dominación que excluye a las mujeres del trabajo, la educación y la vida social", afirmó el movimiento en un comunicado. Nosotras, las mujeres manifestantes, recordamos este día no como un recuerdo, sino como una herida abierta de la historia, una herida que aún no ha cicatrizado. La caída de Afganistán no fue la caída de nuestra voluntad. Seguimos en pie, incluso en la oscuridad".
El país sigue sumido en una crisis humanitaria agravada por el cambio climático, los millones de afganos expulsados de Irán y Pakistán, y la fuerte caída de la financiación de los donantes.
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