EE.UU. suma un crucero de misiles y un submarino nuclear a su despliegue frente a Venezuela

Washington reforzó su presencia militar en el sur del mar Caribe con buques de guerra, submarinos y miles de marines, en el marco de una estrategia para combatir el narcotráfico en América Latina, según confirmaron medios estadounidenses.
El operativo incluye el arribo del crucero de misiles guiados USS Lake Erie y el submarino nuclear USS Newport News, que se sumarán a otros buques desplegados en aguas cercanas a Venezuela. De acuerdo con fuentes del Departamento de Defensa citadas por 'CNN', la misión está dirigida a interrumpir rutas clave del tráfico ilegal.
La semana pasada también se movilizó un escuadrón anfibio integrado por el USS San Antonio, el USS Iwo Jima y el USS Fort Lauderdale, con 4.500 efectivos a bordo, incluidos 2.200 infantes de marina. Paralelamente, tres destructores de la clase Arleigh Burke, USS Gravely, USS Jason Dunham y USS Sampson, se encuentran en la zona con capacidades de defensa aérea y marítima.
El Pentágono confirmó que la operación contempla la participación de aviones de patrulla P-8 Poseidon, además de otros buques de guerra. En total, el despliegue involucra a unos 4.000 marines y se extenderá durante varios meses en aguas y espacio aéreo internacionales.
Fuentes oficiales explicaron que las tareas incluyen inteligencia, vigilancia y patrullaje en rutas utilizadas por organizaciones criminales transnacionales. Según informó 'The New York Times', el Gobierno vinculó la operación a medidas más amplias de seguridad nacional, que abarcan la designación de cárteles latinoamericanos y grupos como el venezolano Tren de Aragua como organizaciones terroristas globales.
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, respaldó la iniciativa en una comunicación interna en la que señaló que la misión se enmarca en las atribuciones constitucionales de las Fuerzas Armadas para combatir actividades ilícitas como el narcotráfico y el contrabando.
Una historia que viene de lejos
Trump ha vuelto a presionar al Gobierno de Nicolás Maduro, tras no lograr el cambio de régimen en su primer mandato. Su nueva estrategia parece estar motivada por la reciente liberación de presos políticos y ciudadanos estadounidenses en Venezuela, lo que fue bien recibido por Washington.
Durante su primer mandato, Trump, con su asesor John Bolton, apoyó a Juan Guaidó, líder opositor venezolano, y consideró una intervención militar. A pesar de las sanciones y el fallido alzamiento de Guaidó en 2019, la presión estadounidense debilitó al régimen. Sin embargo, tras la salida de Bolton y la falta de avances, Trump perdió interés.
Con la llegada de Joe Biden, las tensiones se mantuvieron, pero Biden buscó desescalar las mismas. A pesar de seguir apoyando a Guaidó, su Gobierno optó por un acercamiento a Maduro, especialmente por el aumento de los precios del petróleo. Esto incluyó el levantamiento de algunas sanciones y acuerdos de intercambio de presos, algo criticado por Trump.
En el ámbito internacional, Francia ha incrementado su presencia en el Caribe, y Trinidad y Tobago ha apoyado a Estados Unidos. Además, Guyana, involucrada en una disputa territorial con Venezuela, ha reforzado su postura y llamado a la protección de su soberanía.
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