Leire Díez niega tener vínculos con Santos Cerdán y Pedro Sánchez en la comisión del caso Koldo

La exmilitante del PSOE Leire Díez declaró este lunes en la comisión del Senado que investiga el caso Koldo. Negó haber mantenido una relación "política, personal o de colaboración" con el exsecretario de Organización socialista Santos Cerdán, así como haber tenido contacto alguno con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Díez vinculó sus trabajos a proyectos de investigación para la elaboración de varios libros sobre el funcionamiento de las instituciones, y afirmó que esa labor no estuvo relacionada con el PSOE.

Su comparecencia se produce tras su imputación en el marco de unos audios en los que supuestamente ofrecía tratos de favor a empresarios con causas judiciales abiertas a cambio de información sobre el teniente coronel de la UCO, Antonio Balas, y otras personas. El PP, con mayoría en el Senado, promovió su citación en la comisión, situándola como persona cercana a Sánchez y Cerdán.

Admitió conocer a Cerdán

Durante la sesión, respondió a la mayoría de las preguntas planteadas, aunque rehusó contestar a algunas alegando que los asuntos están judicializados. Admitió conocer a Cerdán, pero aseguró que no ha mantenido comunicación con él desde que entró en prisión provisional. También rechazó haber querido "acabar" con Balas, defendiendo su derecho a investigar la actuación de las instituciones.

Sobre otras figuras del caso, negó reuniones con el exasesor Koldo García, aunque dijo haberlo visto en una ocasión junto a su abogado. En relación con el empresario Víctor Aldama, señaló que lo conoció el día que dio una rueda de prensa y que no entiende su actitud hacia ella.

Díez insistió en definirse como "periodista de investigación" y rechazó el calificativo de 'fontanera'. También afirmó que nunca ocupó un cargo orgánico en el PSOE ni recibió remuneración por trabajos para el partido, salvo su paso como responsable de redes sociales en Cantabria en 2008 y como concejal en Vega de Pas en 2011.

Finalmente, negó pertenecer a las denominadas 'cloacas del Estado', aunque afirmó disponer de abundante documentación que, según ella, acreditaría su existencia en etapas anteriores.