La destrucción de anticonceptivos estadounidenses ponen en peligro a 1,4 millones de mujeres

Más de 1,4 millones de mujeres y niñas de África corren el riesgo de perder el acceso a una atención que puede salvarles la vida si se destruyen las reservas de anticonceptivos de propiedad estadounidense almacenadas actualmente en Europa, de acuerdo con los planes del Gobierno de Estados Unidos, según la ONG Federación Internacional de Planificación de la Familia (IPPF).
Los anticonceptivos, valorados en 10 millones de dólares (unos 8,5 millones de euros), están actualmente almacenados en un depósito en Bélgica, pero se enfrentan a su destrucción tras el cierre de la agencia de ayuda estadounidense clave, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).
Los planes para incinerarlos en Francia han provocado la condena generalizada de organizaciones de la sociedad civil y políticos, que piden que se conserven los suministros. La IPPF ha intentado comprar las existencias al Gobierno estadounidense, pero su oferta ha sido rechazada. En un principio, los productos iban a ser distribuidos en países de renta baja por la ya desmantelada USAID.
Aproximadamente el 77% de las existencias, muchas de ellas con fechas de caducidad entre 2027 y 2029, estaban destinadas a países africanos como la República Democrática del Congo (RDC), Malí, Kenia, Tanzania y Zambia.
Ya se notan los efectos de la interrupción de la financiación
"Nos enfrentamos a un reto importante. El impacto de los recortes en la financiación de USAID ya ha afectado significativamente a la prestación de servicios de salud sexual y reproductiva en Tanzania, provocando una escasez de productos anticonceptivos, especialmente implantes", dijo el doctor Bakari, coordinador de proyectos de UMATI, la Asociación Miembro de la IPPF en Tanzania.
Tanzania iba a recibir más de un millón de anticonceptivos inyectables y 365.000 implantes de las reservas de Bruselas, lo que supone más del 40% del envío total. Estos suministros representan más de la mitad del apoyo anual de USAID al sistema sanitario de Tanzania y el 28% de las necesidades anuales totales del país.
"En Kenia, los efectos de la interrupción de la financiación estadounidense ya se están dejando sentir: la congelación de la financiación ha provocado el desabastecimiento de anticonceptivos, dejando a los centros con un suministro para menos de cinco meses en lugar de los 15 meses necesarios", declaró Nelly Munyasia, directora ejecutiva de la Red de Salud Reproductiva de Kenia, también miembro de la IPPF.**
Añadió que la retirada de USAID ha creado un déficit de financiación del 46% en el programa nacional de planificación familiar de Kenia.
EE.UU. ha sido durante mucho tiempo el mayor donante bilateral de planificación familiar, con una aportación anual de 600 millones de dólares (514 millones de euros), lo que suponía el 40% de la financiación global de los donantes. Según la Coalición de Suministros de Salud Reproductiva (RHSC, por sus siglas en inglés), una asociación mundial de organizaciones públicas, privadas y no gubernamentales, la anulación de los contratos de adquisición pendientes ha ampliado el déficit mundial de financiación de 167 a 210 millones de dólares (de 143 a 180 millones de euros) en 32 países.
La coalición también advirtió sobre las consecuencias más amplias que podría tener la quema de este alijo. Señaló que, si una mujer no tiene acceso a su método anticonceptivo de primera elección, podría verse obligada a utilizar otro menos adecuado o preferido. Esto, a su vez, podría agotar las existencias de ese segundo producto si la demanda aumenta de forma repentina.
"Cuando las existencias de planificación familiar se ven comprometidas, toda la cadena de suministro está en peligro, lo que requiere nuevos fondos, tiempo y coordinación que no pueden materializarse con poca antelación", afirmaron. El RHSC ha calculado que la falta de entrega de estas reservas a sus destinatarios podría provocar 362.000 embarazos no deseados, 161.000 nacimientos no planificados y 110.000 abortos inseguros.
Oposición política en Europa
Durante una reunión informativa celebrada a finales de julio, el portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Thomas Pigott, declaró que las autoridades "todavía están determinando el camino a seguir" en relación con las reservas en Bélgica. Según los informes, los suministros se trasladarán a Francia para su destrucción, por lo que los políticos franceses del Partido Verde han apelado al presidente Emmanuel Macron para que intervenga.
"No podemos permitir que la agenda antiabortista de Donald Trump se desarrolle en nuestro territorio. Y por eso, hoy Francia debe mediar ante la Comisión", ha declarado a 'Euronews' la eurodiputada Mélissa Camara (Francia/Los Verdes), una de las firmantes de la carta.
"Desgraciadamente, no existe ninguna base jurídica para la intervención de una autoridad sanitaria europea, y menos aún de la Autoridad Nacional Francesa de Seguridad de los Medicamentos, para recuperar estos productos médicos", declaró a la AFP el Ministerio de Sanidad francés.
"Dado que los anticonceptivos no son medicamentos de gran interés terapéutico y que, en este caso, no nos enfrentamos a un desabastecimiento, no disponemos de medios para requisar las existencias", añadió. El Ministerio también dijo que no tenía información sobre dónde se destruirían los anticonceptivos.
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