La UE rompe el tabú y sanciona por primera vez al gas natural licuado ruso: "Tenemos que actuar"

Tras más de tres años y medio de guerra en Ucrania, la Unión Europea ha roto un tabú largamente arraigado: las sanciones al gas ruso. El bloque lleva mucho tiempo aplicando sanciones, que requieren la aprobación unánime de los 27 Estados miembros, a las importaciones de petróleo y carbón rusos, pero había dejado intacto el gas ruso, lo que ha causado consternación en Kiev y los países de Europa del Este.
Pero eso cambió el viernes, cuando la Comisión Europea propuso, por primera vez, aplicar sanciones al gas ruso, en concreto al gas natural licuado (GNL), que hoy sigue llegando a Bélgica, Países Bajos, Francia, España y Portugal. "Hasta ahora, no hemos tenido sanciones por comprar gas a Rusia, y esto va a cambiar ahora", dijo Dan Jørgensen, comisario europeo de Energía, a 'Euronews' en una entrevista.
"La situación es muy grave. Putin se niega a sentarse a la mesa de negociaciones. Tenemos drones rusos sobre el territorio de los Estados miembros y esto, por supuesto, no va a quedar así. Tiene que tener consecuencias, y por eso, estamos dando este paso". La Comisión presentó previamente una ambiciosa hoja de ruta para eliminar todas las compras de combustibles fósiles rusos para finales de 2027 a más tardar.
Pero en medio de la fuerte presión de Donald Trump, que ha instado a los europeos a cortar todos los lazos energéticos con Moscú, Bruselas ha dado un paso para acelerar las cosas. Si se aprueba, el paquete adelantará el fin del GNL ruso un año, el 1 de enero de 2027. Paralelamente, explicó Jørgensen, continuará el trabajo legislativo para completar la retirada progresiva, que eliminará gradualmente todas las compras de gas de gasoducto y combustibles nucleares rusos.
Se calcula que el año pasado, el bloque gastó 21.900 millones de euros en energía rusa. "El resultado final es que esta retirada del gas ruso en Europa será mucho más rápida", declaró Jørgensen a 'Euronews'. Mientras que la hoja de ruta, que es política comercial, requiere una mayoría cualificada para ser aprobada, la nueva prohibición del GNL ruso, que es una sanción, necesita un apoyo unánime. Esto significa que los gobiernos a título individual podrán desbaratar las medidas.
Negociaciones tensas
Todas las miradas estarán puestas en Hungría y Eslovaquia, que tienen un largo historial de vetos. Estos dos países sin litoral no compran GNL ruso, pero siguen recibiendo petróleo ruso a través del oleoducto Druzhba y gas ruso a través del gasoducto TurkStream.
Hungría y Eslovaquia han montado una campaña de oposición a la retirada progresiva de la energía rusa, alegando que pondría en peligro la seguridad nacional, elevaría los precios para los consumidores y provocaría demandas multimillonarias en concepto de indemnización.
Jørgensen, que se ha puesto en contacto con ambos países para abordar sus preocupaciones, expresó su esperanza de que se apruebe la prohibición del GNL ruso. "Espero de verdad que todos los países de Europa estén de acuerdo en que la situación es aún más grave que antes y que realmente tenemos que actuar", declaró.
"Hemos hecho mucho para asegurarnos de que ningún país, ni Hungría ni Eslovaquia, tenga problemas de seguridad de suministro o subidas de precios porque hemos diversificado de dónde obtenemos el gas, y estamos preparados y dispuestos a hacerlo aún más", añadió.
El comisario confirmó que el último paquete de sanciones no revisaría la excepción legal que ha permitido a Hungría y Eslovaquia obtener crudo del gasoducto Druzhba, que Ucrania atacó en agosto para paralizar las arcas de guerra del Kremlin.
La exención se concedió a mediados de 2022 en medio de tensas negociaciones. Aunque los dirigentes prometieron volver a estudiarla más adelante, se ha mantenido intacta. Jørgensen dijo que la eliminación progresiva acabaría cerrando la laguna. "Este paquete se centra en el GNL. Y esto es nuevo, es un paso adelante y una mayor presión que ejercemos sobre Rusia", dijo.
"Y con respecto al petróleo, ya tenemos sanciones. Dos países tienen excepciones que seguirán ahí", añadió. "Pero también hay una elusión de las sanciones, por desgracia, que tiene lugar a través de la 'flota en la sombra' de Rusia. Y las sanciones también les afectarán mucho más".
El año pasado, el bloque compró 20.050 millones de metros cúbicos (bcm) de GNL ruso y 31.620 bcm de gas ruso por gasoducto, lo que representa el 19% del consumo total de gas. El bloque ha recurrido en gran medida al GNL fabricado en Estados Unidos, lo que ha llevado a los críticos a advertir que la histórica dependencia de la energía rusa está siendo sustituida por una versión estadounidense.
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