Eva Kaili rompe su silencio tres años después del escándalo del Parlamento Europeo: "Me tendieron una trampa"
Fue anunciado como el escándalo que sacudiría al núcleo de la democracia europea, basado en acusaciones explosivas, una enorme operación policial y denuncias de grandes cantidades de dinero malversadas por tres países no pertenecientes a la UE para influir en las decisiones del Parlamento Europeo.
En el centro de la tormenta estaba la entonces eurodiputada y vicepresidenta del Parlamento, Eva Kaili: joven, glamurosa y bien relacionada. Tres años después, el escándalo de corrupción en el Parlamento Europeo sigue sin resolverse, no se ha fijado la fecha del juicio y los métodos utilizados por las autoridades belgas han sido objeto de escrutinio.
Kaili, que fue relevada de sus funciones como legisladora de la UE y declarada persona 'non grata', asegura que le tendieron una trampa y exige justicia. "La justicia se basa en pruebas y hechos", declara Kaili en una entrevista exclusiva con 'Euronews'. "Hace tres años, lo que ocurrió se vendió como justicia, pero ahora tenemos la claridad suficiente para ver lo que ocurrió realmente".
Su caso ha vuelto a la palestra mediática después de que la exjefa de Política Exterior de la UE, Federica Mogherini, el alto funcionario europeo Stefano Sannino y un miembro del personal relacionado con el Colegio de Europa fueran detenidos como sospechosos en otro presunto caso de corrupción a principios de este mes, investigado por la Fiscalía Europea (EPPO) y liderado por la Policía belga.
Kaili defiende su inocencia y acusa a las autoridades belgas de métodos chapuceros, inculpaciones políticas, connivencia con los medios de comunicación y montaje de pruebas. Kaili también dice que no le sorprende la detención de tres ciudadanos italianos en relación con el caso Mogherini, ya que, según ella, existe un esfuerzo por presentar a los países del sur de Europa como corruptos ante la opinión pública.
Kaili declara a 'Euronews' que su carrera profesional y su vida personal se han visto trastocadas desde que estalló el escándalo en 2022. También afirma que su caso es una advertencia para otros políticos.
"Cuando destruyen el principio de presunción de inocencia, cuando eligen un objetivo, escenifican las fotos y escriben el guión antes de que se abra el caso... Eso significa que ser político en Bélgica, en la Unión Europea, no es seguro", dice a 'Euronews'. "Los políticos no deberían tener miedo de trabajar en las instituciones europeas. No deberían tener miedo de convertirse en un objetivo. Esperaba que mi caso sirviera de lección. Pero lo que le ha pasado a Mogherini es otro caso de persecución política selectiva".
Anatomía de un escándalo muy público
En diciembre de 2022, las autoridades belgas llevaron a cabo una serie de espectaculares redadas en varios lugares, incluido el domicilio de Kaili en Bruselas, en el marco de una investigación dirigida por el magistrado Michel Claise. La Policía federal belga difundió la fotografía de una maleta repleta de billetes de 500 euros como prueba de presunta corrupción, con Kaili en el centro.
La imagen se hizo mundial y Kaili se convirtió en el rostro del escándalo. Fue detenida y se le suspendió la inmunidad parlamentaria. Su pareja, Francesco Giorgi, y su padre, al que encontraron con una maleta con dinero en efectivo en un hotel, también fueron detenidos y acusados de ser cómplices de la presunta trama de corrupción, que sumaba más de 1,5 millones de euros incautados en total.
A lo largo de la investigación, Kaili afirmó que no tenía ninguna relación personal con el dinero hallado en su domicilio, señalando en su lugar a otro exeurodiputado, Pier Antonio Panzeri. Las autoridades belgas sugirieron que Qatar, Marruecos y Mauritania podrían haber pagado a Kaili y a otros grandes sumas para que hiciesen lobby en su nombre. Qatar y Marruecos han negado repetidamente las acusaciones de dinero a cambio de influencia.
La espectacular operación, sin precedentes en la historia europea desde la creación de las instituciones comunes de la UE, situó a Bélgica, su Policía, sus servicios secretos y sus autoridades de investigación en el centro de una historia internacional, sin temor ni favor de políticos o gobiernos extranjeros. Ello contrastaba fuertemente con el panorama surgido tras los atentados terroristas de París y Bruselas, en el que las autoridades belgas salieron manchadas por fallos operativos.
En aquella época, Kaili era una figura muy conocida en la burbuja bruselense, que asistía a menudo a actos y reuniones de alto nivel. Esta ha mantenido su inocencia en todo momento y ha rechazado un acuerdo con la Fiscalía. Ahora exige justicia para sí misma.
Una investigación turbulenta y difícil
Desde que estalló el escándalo de corrupción en el Parlamento Europeo, la investigación ha sufrido varios reveses, entre ellos la dimisión de figuras clave en el caso. El principal juez instructor, Claise, que dirigió el caso por primera vez, dimitió en 2023 por motivos de conflicto de intereses. Sin embargo, este negó haber desempeñado papel alguno en la investigación.
El fiscal federal belga encargado del caso en aquel momento, Raphael Malagnini, también dimitió en 2023 para aceptar otro trabajo. Los métodos empleados por las autoridades investigadoras, que también incluían a los servicios secretos belgas, también han sido cuestionados. Kaili pasó cuatro meses en prisión preventiva antes de ser puesta en libertad bajo vigilancia con brazalete electrónico. Sus abogados dijeron entonces que el trato que había recibido en prisión equivalía a tortura.
Los interrogantes en torno a la forma en que se levantó la inmunidad de Kaili como diputada electa al Parlamento Europeo, que sus abogados sostienen que se hizo ilegalmente, la naturaleza y el momento de las filtraciones sensibles publicadas en la prensa y las contraindagaciones han repercutido en el caso, que aún no tiene fecha fijada para la vista judicial.
Aunque las filtraciones de información a los medios de comunicación durante una investigación activa no son raras y reflejan la naturaleza investigadora del periodismo, los detalles, el momento y el acceso a documentos considerados altamente sensibles fueron más allá de las simples filtraciones, según Kaili. Según declara a 'Euronews', las autoridades belgas colaboraron estrechamente con un grupo de periodistas para "escribir y presentar un guión" en el que se la declararía culpable antes de que pudiera defenderse.
"Tenemos mensajes entre el fiscal, la Policía y los periodistas preparando artículos incluso antes de que comenzara la investigación, decidiendo cómo lo titularían e intentando tergiversarlo todo para que encajara en un titular", expresa. "Esto no son filtraciones, es una organización previa".
En su momento, la política griega de centroizquierda fue retratada como una mujer ambiciosa que buscaba ascender en la escala social, disfrutando de las ventajas de un estilo de vida caro más allá de sus obligaciones como política. "En realidad era muy trabajadora", señala.
Kaili insiste en que tenía un mandato del Parlamento Europeo para establecer relaciones con los países del Golfo, citando correos electrónicos internos. Preguntada por 'Euronews' sobre cuál podría ser la motivación en última instancia si se demuestra ante la Justicia que sus acusaciones, que apuntarían a una negligencia grave, son correctas, responde: "Es una muy buena pregunta, pero requeriría un juicio".
¿Fijación belga con el sur de Europa?
La exeurodiputada dice a 'Euronews' que ha decidido hablar ahora debido a lo que ella considera un patrón preocupante relacionado con los ciudadanos sudeuropeos que trabajan para las instituciones de la UE.
A principios de este mes, Mogherini, una de las principales diplomáticas italianas, dimitió de su cargo de rectora del Colegio de Europa, una influyente institución educativa próxima a la UE, por acusaciones públicas de soborno, que implican de nuevo a un alto funcionario del sur del continente. Los abogados que representan a Mogherini dicen que la expolítica está dispuesta a colaborar en la investigación, que sigue abierta.
"Creo que es fácil atacar a los países del sur de Europa y crear una narrativa y una suposición. Pero la suposición es lo contrario de los hechos y destruye vidas", dice Kaili. "Y la razón por la que hablo, aunque haya causado muchos problemas a mi familia, e incluso a mi caso, es porque esto no debería ocurrirle a nadie", concluye. La Fiscalía belga no ha respondido a la petición de declaraciones por parte de 'Euronews'.
Vea la entrevista completa en el reproductor de arriba.
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