Netanyahu defiende la expansión militar israelí en Gaza ante el Consejo de Seguridad de la ONU

Durante su intervención, Netanyahu adoptó un tono defensivo y justificativo, estructurando su discurso en torno a lo que denominó la necesidad de "desmentir las mentiras" sobre las operaciones israelíes en el territorio palestino.
Netanyahu articuló su defensa en torno a cinco principios fundamentales que, según expuso, constituyen la hoja de ruta israelí para concluir el conflicto. Estos principios incluyen el desarme de Hamás, el retorno de todos los rehenes, la desmilitarización de la Franja de Gaza, el establecimiento de un "control de seguridad predominante" israelí en el territorio, y la creación de una administración civil alternativa que no sea ni Hamás ni la Autoridad Palestina.
El primer ministro insistió en que el objetivo israelí no es ocupar Gaza sino "liberarla", caracterizando a Hamás como una "organización genocida" con miles de terroristas armados cuyo propósito es destruir el Estado de Israel.
La retórica de Netanyahu se centró en presentar la operación militar como una respuesta inevitable ante lo que describió como las súplicas de los propios gazatíes para ser liberados del control de Hamás.
Según sus declaraciones, Israel controla actualmente entre el 70 y 75% de Gaza, quedando dos bastiones principales de Hamás: la ciudad de Gaza y los "campamentos centrales". El gabinete de seguridad israelí habría instruido al Ejército israelí para desmantelar estos dos últimos reductos, operación que Netanyahu calificó como "la mejor manera" de terminar la guerra.
Crisis humanitaria y gestión de la ayuda
En lo que respecta a la situación humanitaria, Netanyahu adoptó una posición que combinaba la justificación de las acciones militares con el rechazo de las acusaciones sobre políticas de hambruna.
El primer ministro presentó un plan de tres pasos para incrementar la ayuda humanitaria a Gaza, que incluye la designación de corredores seguros para la distribución de asistencia, el aumento de puntos de distribución seguros gestionados por la Fundación Humanitaria de Gaza, y más lanzamientos aéreos de suministros por parte de fuerzas israelíes y otros socios.
Netanyahu responsabilizó directamente a Hamás de la crisis de ayuda en Gaza, acusando a la organización de robar la asistencia destinada a los civiles. Para reforzar su argumento, mostró imágenes de lo que describió como toneladas de ayuda sin recoger en Gaza, que Israel habría permitido ingresar a través del cruce de Kerem Shalom.
El primer ministro afirmó que si Israel hubiera implementado una "política de hambruna", nadie en Gaza habría sobrevivido después de dos años de guerra, argumentando que Israel ha enviado cientos de camiones con suministros y realizado millones de llamadas y mensajes de texto para advertir a los civiles que se alejen de las zonas de combate.
En un giro retórico particularmente controvertido, Netanyahu afirmó que los únicos que están siendo "deliberadamente privados de alimentos" en Gaza son los rehenes israelíes en manos de Hamás.
Netanyahu ha criticado a los medios por difundir imágenes que no reflejan la realidad en lo que ha descrito como propaganda de Hamás. Ha comentado que va a demandar al 'New York Times' por usar la imagen de un niño en su portada, que tenía otros problemas de salud. Según Netanyahu tanto su madre como su hermano están bien.
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