Manifestantes proucranianos se oponen a la cumbre Trump - Putin en Alaska

Manifestantes se reunieron el viernes en un parque de Anchorage en apoyo a Ucrania, desplegando una gran bandera ucraniana y coreando "Paz a Ucrania", mientras el presidente estadounidense Donald Trump y el presidente ruso Vladímir Putin mantenían conversaciones cara a cara. La cumbre de Alaska podría determinar la trayectoria de la guerra en Ucrania y el destino de la seguridad europea.
La cumbre ofrece a Trump la oportunidad de demostrar que es un maestro negociador y pacificador mundial. Para Putin, es una oportunidad de negociar un acuerdo que consolide los logros de Rusia. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, y los líderes europeos no fueron invitados a participar en las conversaciones.
La reunión podría tener implicaciones de gran alcance, con Gobiernos extranjeros observando de cerca. "No creo que ninguna solución sin la aportación de los ucranianos vaya a poner fin a la guerra de una manera justa y equitativa", dijo Peter Casey, residente de Anchorage. "Creo que Trump y Putin quieren hacer un trato para sí mismos que les beneficie y no suponga un final justo para el conflicto", añadió.
Muchos residentes de Anchorage cuestionaron los motivos de Putin en estas conversaciones, argumentando que lleva mucho tiempo mostrando un patrón de perseguir sólo sus intereses. También creen que un tratado de paz, en caso de que Trump consiga finalmente negociar un alto el fuego, significa muy poco. "Putin no quiere la paz. Quiere Ucrania y cualquier cosa que no lo aleje de Ucrania no traerá la paz porque no se detendrá", dijo Blake Severson.
"Hemos firmado tratados de paz, Chechenia firmó un tratado de paz, Georgia firmó un tratado de paz, Ucrania firmó un tratado de paz. Y Rusia lleva 11 años invadiéndolos". Severson añadió que "un acuerdo de paz no va a hacer nada para detener a Putin", afirmando en cambio que el único contraataque real a Putin es "ensangrentarle la nariz y luchar contra su agresión".
Muchos también criticaron a Trump por invitar a Putin a estas conversaciones en Estados Unidos, subrayando que era muy inapropiado hacer de anfitrión de un hombre buscado por la Corte Penal Internacional. "Ojalá no estuvieran aquí", dijo Julie, "creo que invitar a un dictador y a un criminal de guerra a suelo estadounidense es un poco demasiado".
Julie señaló que cree que la comunicación directa de Trump con su homólogo ruso es una buena iniciativa que puede acortar distancias y acercar a Kiev y Moscú hacia la paz. Sin embargo, se mantuvo cauta, señalando que Trump ha hecho muchas promesas en el pasado que aún no ha cumplido.
"Creo que Trump hizo muchas promesas durante su campaña de que acabaría con la guerra rápidamente, en 24 horas, si no recuerdo mal. Y tiene que demostrar que está haciendo algo al respecto, por lo que tiene que hacer algo", añadió Julie.
Las conversaciones, que tuvieron lugar en la Base Conjunta Elmendorf-Richardson, duraron unas dos horas y media. Los dos líderes afirmaron en una rueda de prensa posterior a sus conversaciones privadas que la reunión había sido muy constructiva.
Trump y Putin también afirmaron que la cumbre de Alaska es un primer paso y que en el futuro se necesitan más conversaciones directas para llegar, con suerte, a un acuerdo de paz. Trump ha expresado su deseo de que el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, participe en futuras rondas de conversaciones.
Aún no se sabe cuándo podría celebrarse la próxima ronda de conversaciones entre los líderes, pero los funcionarios afirman que es probable que tenga lugar "pronto". El líder ruso sugirió Moscú como sede de la próxima reunión durante una rueda de prensa conjunta con Trump tras su encuentro, a lo que éste respondió: "Lo veo posible".
Today