Qatar presiona a Israel para aceptar una propuesta de alto el fuego negociada con Hamás

Israel asegura estar estudiando lo que Qatar, en su papel de mediador, ha descrito como una "respuesta positiva" de Hamás a una propuesta de alto el fuego realizada por varios Estados arábigos.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Qatar, Majid al Ansari, declinó entrar en detalles sobre el acuerdo, pero señaló que es "casi idéntico" a una propuesta ofrecida por el enviado estadounidense Steve Witkoff que Israel había aceptado en una fase anterior. "Si esta propuesta fracasa, la crisis se agravará", ha declarado Al Ansari a los periodistas, añadiendo que Israel aún no ha respondido a ella.
El acuerdo incluiría una tregua de 60 días, la liberación de algunos de los rehenes en manos de Hamás a cambio de cientos de presos palestinos, la entrada masiva de ayuda humanitaria en Gaza y nuevas negociaciones sobre un alto el fuego duradero.
El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, declaró el lunes que el temor a que Israel planee ocupar la Ciudad de Gaza está haciendo que Hamás vuelva a la mesa de negociaciones. "Solo están dispuestos a negociar por su temor a que tengamos seriamente la intención de ocupar Gaza", dijo el político ultraderechista, a pesar de que fue Israel quien se retiró unilateralmente de las negociaciones sobre un alto el fuego durante el pasado mes de marzo. Tras la ruptura de las negociaciones, el Ejecutivo de Benjamin Netanyahu autorizó una oleada de ataques dejaron más de 400 muertos.
A principios de este mes, el primer ministro -buscado por la Corte Penal Internacional por presuntos crímenes de guerra y contra la humanidad- anunció planes para ocupar la Ciudad de Gaza y otras zonas densamente pobladas, pese a cierta oposición interna por parte de altos cargos de su Ejército, además de la presión internacional y varias manifestaciones en ciudades israelíes contra la continuidad de la invasión.
La ONU dice que el goteo de ayuda es insuficiente para evitar la hambruna, de varios meses de duración
Mientras tanto, los hospitales de Gaza siguen desbordados por cadáveres y heridos debido a los ataques del Ejército israelí. El martes contabilizaron 34 palestinos muertos, entre ellos varias mujeres y niños. El hospital Nasser afirma que un ataque aéreo mató a una madre, un padre y tres hijos en su tienda de campaña en Muwasi, un campamento para cientos de miles de civiles refugiados.
Otros nueve fueron asesinados, una vez más, por disparos en colas humanitarias gestionadas por la Fundación Humanitaria de Gaza, o GHF, un contratista gestionado por Estados Unidos y respaldado por Israel. Varios testigos, trabajadores del Ministerio de Sanidad gazatí y la oficina de derechos humanos de la ONU afirman que las fuerzas israelíes han matado a cientos de personas que buscan ayuda en los centros de la GHF y en los convoyes de la ONU.
Naciones Unidas volvió a insistir este martes que el goteo de ayuda que entra en Gaza es insuficiente para evitar una hambruna generalizada. "El riesgo de inanición es generalizado en Gaza. Este es el resultado directo de la política del Gobierno israelí de bloquear la ayuda humanitaria", declaró a la prensa Thameen Al Kheetan, portavoz de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU desde Ginebra.
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