Una región malasia impone hasta 2 años de cárcel a quienes no asistan a la oración del viernes

El estado malasio de Terengganu ha amenazado con encarcelar hasta dos años a los hombres que falten a la oración del viernes sin una razón válida, según las nuevas leyes que han entrado en vigor esta semana. El gobernante Partido Islámico Malayo (PAS) anunció el lunes que los infractores por primera vez podrían ser encarcelados hasta dos años y multados con 3.000 RM (unos 609 euros), o ambas cosas.
Las normas anteriores establecían que quienes faltaran a tres oraciones consecutivas del viernes podían enfrentarse a un máximo de seis meses de cárcel o a una multa de hasta 1.000 RM (203 euros). Las normas se recordarán a los fieles mediante carteles en las mezquitas, mientras que su cumplimiento dependerá de los informes del público y de las patrullas religiosas conjuntas con el Departamento de Asuntos Islámicos de Terengganu.
Los críticos han calificado las medidas de "escandalosas". Phil Robertson, director de la Organización Asiática de Derechos Humanos y Trabajo (AHRLA), afirmó: "Leyes como ésta ofenden al Islam. "La libertad de religión y creencia también incluye la libertad de no creer o no participar, por lo que las autoridades de Terengganu están violando claramente los derechos humanos con esta ley draconiana". Añadió que el primer ministro Anwar Ibrahim debería anular estas sanciones.
Posición de las autoridades locales
Un miembro del Consejo Legislativo del Estado de Terengganu, Mohamed Khalil Abdul Hadi, confirmó al periódico local 'Bireta Haryan' que las sanciones sólo se impondrían como último recurso, señalando que: "La oración del viernes no es sólo un símbolo religioso, sino una expresión de obediencia entre los musulmanes".
La legislación se promulgó por primera vez en 2001 y se modificó en 2016 para incluir penas más duras por delitos como faltar al respeto al Ramadán y acosar a las mujeres en público. Malasia tiene un sistema jurídico dual, en el que los musulmanes constituyen aproximadamente dos tercios de la población de 34 millones de habitantes, y los tribunales de la sharia deciden sobre asuntos personales y familiares de los musulmanes.
El Gobierno local de Terengganu, controlado en su totalidad por el PAS, pretende endurecer la aplicación de las leyes religiosas en cuatro de los 13 estados bajo su control. El partido ocupa los 32 escaños de la Asamblea Legislativa del estado de Terengganu, y no hay oposición.
La historia reciente muestra intentos similares en el vecino estado de Kelantan en 2021, que intentó ampliar el código penal de la sharia para incluir delitos como la sodomía, el incesto, el juego, el acoso sexual y la profanación de lugares de culto. Sin embargo, el Tribunal Federal de Malasia declaró inconstitucionales esas leyes en 2024, desatando las protestas de los partidarios del PAS.
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