Euroverify: ¿Está Rusia realmente impugnando la soberanía de EE.UU. sobre Alaska?

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el presidente ruso, Vladímir Putin, se reunirán cara a cara en una remota base militar de Anchorage, la capital de Alaska, el viernes para mantener unas conversaciones muy esperadas sobre la guerra de Rusia en Ucrania. La elección del lugar es práctica. Alaska continental y Rusia están a sólo 90 kilómetros de distancia, mientras que la pequeña isla de Diomede, en Alaska, se encuentra a menos de 4 kilómetros de la gran isla rusa de Diomede, en el estrecho de Bering.
Esto significa que Putin podrá viajar para mantener conversaciones evitando el espacio aéreo de los países occidentales que podrían intentar interceptar su vuelo para hacer cumplir la orden de detención de la Corte Penal Internacional (CPI). Pero el lugar no es sólo práctico, sino también simbólico. Alaska fue en su día una colonia rusa de pleno derecho.
En 1867, el zar Alejandro II de Rusia vendió Alaska a Estados Unidos por 7,2 millones de dólares, para ayudar a pagar las elevadas deudas acumuladas durante la guerra de Crimea de 1853-1856. Para el Kremlin, Alaska no se consideraba una parte económicamente significativa de su territorio.
Alaska fue proclamada oficialmente el 49º estado de EE.UU. en 1949, y actualmente es el mayor de los 50 estados actuales del país. Putin será el primer presidente ruso que visite Anchorage.
La elección del lugar reaviva las narrativas imperialistas
La cumbre de Anchorage ha reavivado la idea de que Alaska es una tierra rusa "histórica", y destacados funcionarios del Kremlin y aliados se han apresurado a destacar la herencia y la historia rusas del territorio. La teoría de que Rusia recuperará algún día el estado norteamericano como propio no es nueva, y ya ha sido esgrimida en el pasado por varios destacados funcionarios y aliados del Kremlin.
El año pasado, la propagandista de la televisión estatal rusa Olga Skabeyeva se refirió al territorio estadounidense como "nuestra Alaska". Dmitry Medvedev, vicepresidente del Consejo de Seguridad ruso, ha bromeado en las redes sociales sobre la posibilidad de entrar en guerra con Estados Unidos por el territorio.
Kirill Dmitriev, uno de los principales negociadores del Kremlin que también dirige el Fondo Ruso de Inversión Directa, afirmó la semana pasada que Alaska era un "ruso-estadounidense" y sugirió que la cumbre podría desencadenar una cooperación más estrecha entre Moscú y Washington en el Ártico.
También ha reaparecido una valla publicitaria de 2022 con el mensaje "Alaska es nuestra", que en su momento provocó la indignación de algunos senadores estadounidenses.
No hay pruebas públicas de que Moscú haya anulado la venta de Alaska en 1867
También circula ampliamente la especulación de que Moscú está tomando medidas para recuperar el territorio. Esas especulaciones se han visto alimentadas por el hecho de que Trump pareciera confundir Alaska con Rusia en una rueda de prensa el lunes, cuando dijo que viajaría a "Rusia" para reunirse con Putin a pesar de que ya había confirmado Alaska como el lugar.
Algunos usuarios de las redes sociales han sugerido que una sentencia del Tribunal Supremo ruso de 2022 anuló la venta de Alaska a EE.UU. en 1867.
Pero Euroverify no ha podido encontrar ningún documento judicial oficial que corrobore esa afirmación. Otros usuarios han hecho referencia a un decreto de 2024 que supuestamente declaraba ilegal la venta de Alaska en 1867. Ese decreto existe. Está fechado el 18 de enero de 2024 y asigna fondos para la búsqueda, registro y protección legal de los bienes históricos de ultramar de Rusia.
Verificamos su contenido y descubrimos que no hace referencia a Alaska ni a ninguna de las reclamaciones históricas de Rusia sobre el territorio. Sin embargo, los analistas creen que el Kremlin podría utilizar el decreto para reabrir disputas históricas, no sólo en Alaska, sino también en antiguos territorios rusos.
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