¿Puede la UE aplicar su nueva ley de libertad de prensa?

La nueva normativa busca proteger la independencia editorial de los periodistas, así como a sus fuentes, incluso contra el uso de programas espía. La Ley de Libertad de Prensa también contiene disposiciones para garantizar la independencia de los medios de comunicación de servicio público frente a las injerencias del Estado y aumentar la transparencia de la titularidad de los medios.
"Al final de la última década, dos periodistas de investigación han sido asesinados, Jan Kuciak en Eslovaquia y Daphne Caruana Galizia en Malta. Esto supuso una llamada de atención para la Unión Europea de que la libertad de los medios de comunicación estaba en peligro —afirma Sandor Zsiros, que cubrió la legislación para 'Euronews'—.
Esto era solo la punta del iceberg, porque la Comisión Europea vio que la libertad de los medios de comunicación está disminuyendo en casi todos los Estados miembros debido a la presión política, los intereses empresariales y los programas espía que se utilizan contra los periodistas", añadió Zsiros.
El reglamento, elaborado en 2021 y en vigor desde el 8 de agosto, también incluye directrices para proteger contra la retirada injustificada de contenidos en línea creados por los medios de comunicación. Es de aplicación a las principales plataformas, como Google, YouTube y redes sociales.
El Parlamento Europeo apoyó ampliamente esta legislación, aprobada el año pasado, y algunos Gobiernos ya han empezado a adaptar sus leyes nacionales. Pero recientemente los eurodiputados han advertido de que algunos países se resisten a aplicarla.
"Los Estados miembros han tenido más de un año para actualizar sus legislaciones nacionales, pero la mayoría aún no lo ha hecho. Creo que ha llegado el momento de que la Comisión muestre su determinación y, si es necesario, inicie un procedimiento contra el gobierno más recalcitrante. Se trata de una prueba de credibilidad", declaró Julie Majerczak, responsable de la oficina de Bruselas de Reporteros sin Fronteras.
Países en el punto de mira
El Informe 2025 de la Comisión Europea sobre el Estado de Derecho advierte del "deterioro de las condiciones de los periodistas en diversos países", de las "campañas de difamación por parte de los políticos" y de los "crecientes riesgos derivados de la alta concentración de la titularidad de los medios de comunicación".
"Las infracciones más graves se han registrado en Polonia y Hungría, donde personalidades de la oposición y periodistas de investigación han sido objeto de programas espía, les han pirateado sus teléfonos por motivos políticos. También ha habido casos en Grecia y España, pero no representan un riesgo sistémico", afirma Sandor Zsiros.
Según la Ley de Libertad de Prensa, el uso de programas espía contra periodistas solo está permitido cuando exista una amenaza para la seguridad nacional.
El citado informe destaca la preocupación por la seguridad de los periodistas en Bulgaria y Malta, y señala que las presiones políticas, incluida la distribución de publicidad estatal, son un serio motivo de preocupación en Hungría y Rumanía.
La titularidad de los medios de comunicación carece de transparencia sobre todo en Bulgaria, República Checa, Países Bajos, Chipre y España, según el documento, que también cita problemas de regulación de los medios independientes en Hungría, Grecia y Polonia.
Reporteros sin Fronteras ha advertido de los riesgos de la creciente concentración de la titularidad de los medios de comunicación en unas pocas grandes empresas, y cree que la nueva ley aporta algunos pasos positivos.
"La evaluación de las fusiones tendrá que contemplar una serie de criterios, como el efecto previsto sobre el pluralismo y el interés de las partes en otros sectores de los medios de comunicación, la viabilidad económica y los compromisos de las partes con la independencia editorial", afirmó Julie Majerczak.
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Periodista: Isabel Marques da Silva
Producción de contenido: Pilar Montero López
Producción de vídeo: Zacharia Vigneron
Grafismo: Loredana Dumitru
Coordinación editorial: Ana Lázaro Bosch y Jeremy Fleming-Jones
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