El uso de 'smartphones' podría proteger a los mayores de problemas cognitivos a medida que envejecen

Un nuevo estudio sugiere que los ancianos con mayores conocimientos digitales pueden tener menos probabilidades de sufrir deterioro cognitivo con la edad. Las personas en torno a los 80 años han sido testigos del extraordinario auge de la tecnología personal a lo largo de su vida: nacieron años antes de la televisión en color y envejecen en la era de TikTok.
Durante años, los científicos se han preguntado si la omnipresencia de la tecnología en la vida cotidiana perjudica o ayuda a nuestras mentes a medida que envejecemos. El estudio, publicado en la revista 'Nature Human Behaviour', es el último en inclinar la balanza hacia la categoría más positiva. En la investigación se han reunido datos de 57 estudios que abarcan a más de 411.000 adultos mayores de 50 años de todo el mundo, todos ellos con diagnósticos neurológicos.
Las personas mayores que utilizaron teléfonos inteligentes, ordenadores o internet durante el desarrollo del estudio mostraban un menor riesgo de deterioro cognitivo que los que se mantuvieron alejados de los dispositivos, muestra el análisis. La correlación entre el uso de la tecnología y la salud cerebral es tan o más fuerte que la de otros factores que parecen proteger contra la demencia, como una presión arterial más baja, el ejercicio, un mayor nivel educativo y aficiones mentalmente estimulantes.
Maximilian Haas, que dirige un grupo de investigación sobre tecnología y función cognitiva en la Universidad de Ginebra, ha declarado a 'Euronews Health' que los resultados son "totalmente oportunos", dado que los países de todo el mundo están envejeciendo. Cabe destacar que las conclusiones del nuevo estudio se mantuvieron incluso cuando los investigadores tuvieron en cuenta aspectos como el nivel socioeconómico, la salud general y la comunidad social en torno a la persona, que también podrían mejorar la salud cerebral. Los resultados coinciden con los de un estudio publicado por Haas el año pasado, según el cual los adultos mayores suizos con mejor memoria eran más propensos a utilizar internet con regularidad.
Por su parte, otro análisis de 463.000 personas en Reino Unido concluyó que no existe una "asociación obvia" entre el uso del ordenador y la demencia, aunque se necesita más investigación para desentrañar el posible impacto de un exceso de tiempo frente a la pantalla en la salud cerebral. Estos estudios favorecen la idea de que nuestras vidas digitales podrían fomentar un pensamiento más complejo, habilidades y conexiones sociales, aspectos netamente positivos para la salud cerebral.
Estos beneficios, denominados "reserva tecnológica", se contraponen a menudo a la teoría de la "demencia digital", que sostiene que una dependencia excesiva de la tecnología diezma la memoria, la atención y la capacidad de resolver problemas, sobre todo entre los más jóvenes. Pero en realidad, "la exposición a las pantallas tiene aspectos positivos y negativos", afirma Haas, quien añade que la clave está en la moderación. En lo que respecta a la función cognitiva, "lo que marca la diferencia es muy poco o demasiado".
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