EE.UU. revocará todas las visas de ciudadanos de Sudán del Sur por negarse a recibir deportados

Estados Unidos revocará todos los visados que posean los titulares de pasaportes sursudaneses después de que la Administración Trump criticara a la nación africana por no aceptar el retorno de sus ciudadanos repatriados "de manera oportuna". En un comunicado, el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, ha asegurado que Estados Unidos también bloqueará la llegada de cualquier ciudadano de Sudán del Sur, el país más joven del mundo.
"Todo país debe aceptar el regreso de sus ciudadanos de manera oportuna cuando otro país, incluido Estados Unidos, intenta expulsarlos", declaró Rubio, quien añadió que "el Gobierno de transición de Sudán del Sur no ha respetado plenamente este principio". Y agregó: "Es hora de que el Gobierno de transición de Sudán del Sur deje de aprovecharse de Estados Unidos".
La decisión significa que los ciudadanos de Sudán del Sur podrían regresar a una nación que algunos analistas temen que esté de nuevo al borde de la guerra civil. La Administración del ex presidente Joe Biden había concedido a los ciudadanos sursudaneses en Estados Unidos el "estatus de protección temporal" (TPS, por sus siglas en inglés), que les permitía permanecer en el país durante un periodo de tiempo determinado. La designación expiraba el 3 de mayo.
Desde que Trump regresó a la Casa Blanca el 20 de enero, Washington ha intensificado masivamente las medidas antiinmigración y la aplicación de la ley, aunque es la primera vez que se ataca a todos los titulares de pasaportes de un mismo país.
Tras el anuncio de Rubio, no ha habido respuesta por parte del Gobierno de Sudán del Sur, que ha luchado desde su independencia de Sudán en 2011 para prestar algunos de los servicios básicos de un Estado. Años de conflicto han dejado a la nación de unos 11 millones de personas muy dependiente de la ayuda que se ha visto duramente afectada por los recortes radicales de la Administración Trump a la ayuda exterior.
Al borde del "abismo"
El panorama político de Sudán del Sur es frágil y la reciente violencia entre las fuerzas gubernamentales y los grupos armados de la oposición ha intensificado las tensiones, por lo que algunos analistas destacan el posible retorno de la guerra civil.
La guerra civil de Sudán del Sur, que duró cinco años y en la que murieron 400.000 personas, comenzó en 2013 y terminó con un acuerdo de paz en 2018 que reunió al presidente Salva Kiir y a su eterno rival, el vicepresidente primero Riek Machar, en un Gobierno de unidad. El acuerdo de reparto de poder de 2018 entre Kiir y Machar puso fin al conflicto, pero no se ha aplicado plenamente.
El mes pasado, el principal partido de la oposición del país dijo que el acuerdo se había venido abajo después de que Machar fuera detenido acusado de intentar incitar a la rebelión. A finales de marzo, el secretario general de la ONU, António Guterres, instó a los líderes regionales e internacionales a evitar que Sudán del Sur cayera "por el abismo" en otra guerra civil.
Tras los recientes enfrentamientos, algunos países occidentales han cerrado sus embajadas en el país, mientras que otros, entre ellos Estados Unidos, han reducido su personal.
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