La Comisión desbloquea los fondos sanitarios: malas noticias para ONGs y organizaciones civiles

Esta semana, la Comisión Europea ha desvelado por fin su programa de trabajo para 2025 con cargo a su presupuesto sanitario de 571 millones de euros, EU4Health, una iniciativa emblemática lanzada en respuesta a la pandemia de la COVID-19 para reforzar la salud pública en todo el bloque.
La publicación puso fin a meses de incertidumbre y retrasos, con profundos recortes de financiación que ya afectan gravemente a las ONGs y grupos de la sociedad civil que operan en el sector sanitario.
Un portavoz de la Comisión atribuyó el retraso a varios factores, entre ellos la transición a la nueva Comisión, que entró en funciones en diciembre de 2024, y la digestión de las cartas de misión actualizadas para los comisarios, que llegaron en septiembre del año pasado.
También se citó la necesidad de ajustarse a reasignaciones presupuestarias anteriores, en particular un desvío de 1.000 millones de euros de EU4Health para apoyar a Ucrania, anunciado en febrero de 2024.
Pero lo más preocupante para las ONGs sanitarias es lo que confirma el nuevo programa: la eliminación total de las subvenciones de funcionamiento -fondos que apoyan las operaciones básicas de una organización-, dejando sólo las subvenciones de acción, que financian proyectos específicos.
"Esto no significa que las ONGs no puedan participar directamente. Es sólo que ahora estamos haciendo la financiación de manera diferente", dijo un portavoz de la Comisión a 'Euronews', refiriéndose a este nuevo enfoque en las subvenciones de acción en lugar de las operativas.
Pero para estas organizaciones, lo que puede parecer un mero ajuste burocrático representa en realidad un cambio estructural significativo, ya que gran parte de su trabajo principal -como la salud digital y la contaminación atmosférica- no encaja fácilmente en proyectos aislados y limitados en el tiempo.
La sociedad civil se queda en "modo supervivencia
El retraso en la presentación del programa de trabajo ha dejado a las organizaciones de la sociedad civil sanitaria sin capacidad para planificar o conseguir financiación provisional, lo que se ha traducido en reducciones de personal y suspensión de actividades.
"La ausencia de subvenciones de funcionamiento ha empujado a muchos miembros de nuestro sector al modo de supervivencia, especialmente a nosotros, como gran organización que históricamente ha dependido de ellas", declaró a 'Euronews' Milka Sokolović, directora general de la Alianza Europea de Salud Pública (EPHA).
La EPHA, uno de los mayores grupos de la sociedad civil europea centrados en la salud, se ha visto obligada a recortar su plantilla en un 40% este año debido a la incertidumbre y a la reducción de la financiación. No es la única. EURORDIS, la organización europea que representa a los pacientes con enfermedades raras, también ha criticado los recortes.
"Es profundamente lamentable que el Programa de Trabajo EU4Health 2025 no sólo confirme la exclusión de las subvenciones de funcionamiento para las ONGs sanitarias, sino que también ofrezca pocas -si es que ofrece alguna- oportunidades de financiación alternativas para la sociedad civil", dijo Virginie Bros-Facer, Directora General de EURORDIS.
"Durante los últimos 20 años, la DG SANTE [el servicio sanitario de la Comisión] ha reconocido el valor de las subvenciones de funcionamiento como único mecanismo de financiación que garantiza una interacción significativa entre la sociedad civil y las instituciones de la UE", afirmó Florence Berteletti, de la Alianza Europea de Políticas sobre el Alcohol.
Añadió que las subvenciones de funcionamiento representan sólo una parte marginal del presupuesto sanitario de la UE: apenas el 1%. Con los recortes de las subvenciones de funcionamiento, se prevé que muchas de estas ONGs luchen por mantenerse a flote, pues ya no podrán desempeñar funciones esenciales.
La UE, un espacio cada vez más reducido para la sociedad civil
El déficit de financiación se produce en un contexto más general de preocupación por la marginación de la sociedad civil. Las críticas de la derecha a la financiación de ONGs medioambientales por parte de la Comisión han creado un clima que algunos consideran cada vez más hostil a las organizaciones sin ánimo de lucro.
Para Sokolović, la financiación de las ONG por parte de la Comisión sirve para equilibrar la influencia de los grupos de presión privados más ricos. "Nos permite actuar como guardianes de la democracia en un momento de retroceso democrático. Sin ella, los intereses comerciales dominarán la toma de decisiones de la UE, sin control. Y debo decir que esto va mucho más allá de la sanidad", afirmó.
La otra tendencia es un menor espacio para las acciones sanitarias en las prioridades de la UE, en comparación con el lanzamiento de EU4Health tras la pandemia de COVID-19, concebido como el primer presupuesto sanitario autónomo de la UE, con 5.300 millones de euros destinados a reforzar el sector. Pero cinco años después, y ante la falta de apoyo básico a las ONG, muchos se preguntan si la salud pública sigue siendo una verdadera prioridad de la UE.
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