¿Cómo afecta el dopaje a la salud de los deportistas a corto y largo plazo?

Este fin de semana promete ser apasionante para los aficionados al deporte. Los Campeonatos Mundiales Acuáticos de Singapur inician su tercer fin de semana de competición, mientras que el prestigioso Tour de Francia concluye el domingo, marcando el final de uno de los mayores eventos del ciclismo.
Para rematar el fin de semana, el domingo por la noche se disputa en Basilea (Suiza) la final de la Eurocopa femenina de la UEFA 2025, en la que se enfrentan la campeona del mundo, España, y la campeona de Europa, Inglaterra. Estos tres grandes acontecimientos abarcan deportes diferentes en distintas partes del mundo, pero están unidos por un aspecto común: la lucha contra el dopaje.
Los atletas que participan en estos eventos son objeto de un estrecho seguimiento para garantizar que estas competiciones permanezcan libres de sustancias prohibidas incluidas en la Lista de Prohibiciones de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA).
En los tres últimos episodios del podcast Euronews Tech Talks de 'Euronews Next', hemos explorado lo complejo que resulta para las autoridades antidopaje detectar el dopaje y las razones por las que algunos atletas profesionales recurren a él.
Pero, ¿cuáles son exactamente los riesgos para la salud física asociados a las drogas para mejorar el rendimiento?
Algunas observaciones preliminares
Antes de explorar los riesgos para la salud asociados a algunas de las sustancias dopantes más utilizadas, hay que hacer algunas observaciones importantes ya que hay poca información y muchas creencias populares al respecto, que forman parte de bulos.
1. No es necesario que una sustancia sea nociva para la salud humana para que sea prohibida
Para ser incluidas en la Lista de sustancias y métodos prohibidos de la AMA, las drogas y prácticas deben cumplir al menos dos de los tres criterios siguientes: tener el potencial de mejorar o mejorar el rendimiento deportivo; representar un riesgo real o potencial para la salud del deportista; violar el espíritu del deporte.
Esto significa que una sustancia puede sólo mejorar el rendimiento y violar el espíritu del deporte, o puede no suponer un riesgo real para la salud pero sí uno posible.
2. El dopaje es un campo de investigación complicado
En el episodio 50, Francesco Botrè, Director del laboratorio antidopaje de Roma, acreditado por la AMA, destacó que investigar el dopaje es complicado porque los estudios deben respetar criterios éticos y de seguridad sanitaria. Por ejemplo, los investigadores no pueden administrar dosis elevadas de ciertas sustancias prohibidas a los participantes en el estudio debido a los riesgos potenciales para la salud.
3. La investigación sobre el dopaje es relativamente reciente
Como señaló en el episodio 51 Dominic Sagoe, catedrático de Psicología de la Universidad de Bergen, la investigación sobre el dopaje es relativamente reciente, y las sustancias que utilizan los atletas también son nuevas, lo que dificulta la evaluación de sus efectos a largo plazo.
4. Existe un dilema sanitario
Como suele ocurrir en temas relacionados con la salud, es difícil definir con certeza una relación causa-efecto entre el uso de una sustancia y una reacción corporal, ya que a menudo se pasan por alto muchos aspectos, como la genética y los contextos ambientales.
5. Difícil de identificar
Los deportistas que consumen sustancias para mejorar el rendimiento pueden tomar más de una sustancia prohibida, lo que dificulta aislar los efectos sobre la salud de cada una de ellas y posibles efectos principales y secundarios de utilizar sustancias combinadas.
Esteroides anabolizantes
Los esteroides anabolizantes se encuentran entre las sustancias dopantes cuyos efectos sobre la salud están mejor documentados. Se utilizan en deportes como las competiciones de velocidad o el levantamiento de pesas porque aceleran la síntesis de proteínas en los músculos, lo que se traduce en un aumento de la masa muscular y la fuerza.
Un caso famoso de uso de esteroides es el del tenista Jannik Sinner, ganador de Wimbledon este año. El deportista italiano dio positivo por esteroides en marzo de 2024 y fue sancionado por la AMA con tres meses de suspensión.
Estos productos pueden provocar importantes efectos secundarios físicos. "Como el corazón también es un músculo y los esteroides provocan el crecimiento muscular, el propio corazón también podría crecer", explicó a 'Euronews Health' Astrid Kristine Bjørnebekk, jefa de grupo del Grupo de Investigación de Esteroides Androgénicos Anabólicos del Hospital Universitario de Oslo.
"Así que (el corazón) aumenta de tamaño, las paredes ventriculares se vuelven más gruesas y rígidas, lo que afectará a la capacidad del corazón para bombear sangre al resto del cuerpo y, con el tiempo, esto puede conducir a la insuficiencia cardíaca". Algunos estudios también han sugerido que estos problemas cardíacos pueden persistir a largo plazo.
Bjørnebekk explicó que los esteroides anabolizantes alteran la producción de hormonas, y las investigaciones también han descubierto una reducción del volumen cerebral en la corteza cerebral entre los consumidores, aunque los científicos todavía están trabajando para entender qué significan estos cambios.
Eritropoyetina (EPO) y dopaje sanguíneo
La eritropoyetina (EPO) es una hormona que estimula la producción de glóbulos rojos, aumentando la resistencia. Se utiliza sobre todo en competiciones como el ciclismo o el maratón.
Del mismo modo, el dopaje sanguíneo consiste en extraer sangre y volver a transfundirla después de que el organismo haya repuesto las células sanguíneas perdidas. Esto aumenta el recuento total de glóbulos rojos, mejorando la capacidad de rendimiento del atleta a corto plazo.
El deportista más conocido por haber utilizado estas sustancias es el ciclista estadounidense Lance Armstrong, que admitió haber consumido sustancias prohibidas en una entrevista con Oprah Winfrey en 2013.
En general, tanto el dopaje sanguíneo como la EPO se asocian a riesgos de infecciones y problemas cardiovasculares importantes como coágulos de sangre, accidentes cerebrovasculares e infartos de miocardio.
Sin embargo, esta conexión verificada debe abordarse con cautela y analizarse caso por caso. Por ejemplo, en las décadas de 1990 y 2000, los medios de comunicación y los expertos sugirieron que más de 15 ciclistas belgas y holandeses habían muerto de ataques al corazón a finales de la década de 1980 debido al uso de EPO.
Sin embargo, estudios posteriores no encontraron pruebas claras que respaldaran esta afirmación, lo que pone de manifiesto que la relación causa-efecto es más matizada. A diferencia de los esteroides, la investigación sobre los efectos a largo plazo de la EPO y el dopaje sanguíneo es algo más limitada.
Betabloqueantes
Probablemente menos conocidos que otras drogas para mejorar el rendimiento, los betabloqueantes son medicamentos utilizados normalmente para las afecciones cardíacas. Están prohibidos en deportes específicos como el tiro con arco y el tiro deportivo porque ayudan a los atletas a rendir con más tranquilidad al mantener su ritmo cardiaco bajo y reducir la tensión en sus cuerpos.
Uno de los atletas más famosos que dio positivo por betabloqueantes fue el tirador norcoreano Kim Jong-su, que dio positivo durante los Juegos Olímpicos de Pekín 2008.
Los efectos secundarios más comunes son fatiga, mareos, náuseas, estreñimiento y disfunción eréctil. En cuanto a los problemas a largo plazo, algunos estudios han asociado el uso crónico de betabloqueantes con un mayor riesgo de enfermedad de Párkinson. Sin embargo, existen pocas investigaciones centradas específicamente en el uso de betabloqueantes en el deporte.
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