Estas son las zonas de baño más limpias de Europa: España, por encima de la media europea

Los autores del informe examinaron más de 22.000 aguas de baño de los 27 Estados miembros de la UE, así como de Albania y Suiza. Su análisis demostró que, en 2024, más del 85% de las aguas de la Unión Europea se calificaron de excelentes y el 96% cumplían "al menos los requisitos mínimos de calidad". El 1,5% de las aguas de baño eran de mala calidad.
España en el top 10, Chipre lidera la lista
Chipre fue el líder indiscutible de la lista, con una puntuación del 99,2%. Le siguieron de cerca Bulgaria (97,9%), Grecia (97%), Austria (95,8%) y Croacia (95,2%). En el otro extremo de esta clasificación, con la peor puntuación del 58,1%, se encontraba Polonia. Entre los países con mala calidad del agua, además de Polonia, al lado, figuraban Estonia (61,5%), Hungría (67%) y Bélgica (69,2%).
España pasa la prueba con nota, por encima de la media europea en una 10ª posición con el 87,6% de todas las zonas de baño cumpliendo las normativas de seguridad europeas.
En una entrevista con 'Euronews', el profesor Krzysztof Lejcuś, de la Universidad de Ciencias de la Vida de Wrocław, explica por qué Polonia ocupa un lugar tan bajo en esta clasificación.
"Las zonas de baño forman parte de aguas más extensas (mares, lagos, ríos), por lo que si el agua de esas aguas es de mala calidad, el agua de las playas de baño tampoco puede ser de buena calidad. Tenemos que observar si esa zona de baño puede utilizarse en un momento dado, en un día determinado, en una semana determinada.
Esta condición está cambiando. Sin embargo, se puede afirmar que mientras la calidad del agua en Polonia sea baja, y más del 99% no cumpla las normas establecidas para ella, tendremos un problema", afirma el científico.
Las aguas de Polonia son de tan mala calidad porque en ellas se vierten muchos compuestos que las contaminan, entre ellos compuestos biogénicos, es decir, compuestos de nitrógeno y fósforo procedentes, por ejemplo, de la agricultura, las aguas residuales municipales incompletamente tratadas, la escorrentía superficial y los fertilizantes. Éstos, a su vez, provocan la proliferación de algas en el mar Báltico, lo que hace que bañarse en él deje de ser seguro.
Efectos sistémicos, no puntuaciones
La baja puntuación de Polonia puede significar que el país aún tiene deberes por hacer para mejorar la calidad de las aguas de baño, como construir plantas de tratamiento de aguas residuales y reforzar el sistema de control de la calidad de las aguas de baño.
"Tenemos que adoptar un enfoque sistémico al respecto, lo que significa no actuar punto por punto en un lugar concreto, sino en toda la cuenca hidrográfica, limitando la cantidad de cargas contaminantes que desembocan en un río pequeño, de ese río pequeño en otro más grande, luego en el Oder o el Vístula, y finalmente más allá, en el mar Báltico", menciona el profesor Lujcuś.
Las aguas de baño son desiguales. El informe revela bastantes diferencias entre masas de agua. Por ejemplo, las aguas costeras son de mejor calidad que las continentales: el 89% de las aguas de baño costeras recibieron una calificación excelente, frente al 78% de lagos y ríos.
La evaluación de la calidad del agua se basa principalmente en los niveles de E. coli y enterococos, indicadores de contaminación fecal que pueden suponer un riesgo para la salud debido a la presencia de patógenos.
Aunque la directiva no incluye un control específico de las floraciones de cianobacterias tóxicas (algas verdeazuladas), son éstas las que a menudo provocan la prohibición del baño. Además, también hay contaminantes químicos en las aguas, que se regulan por separado.
Informe: la mayoría de las aguas de baño cumplen las normas básicas
Aunque el resultado no es alentador, es reconfortante observar que el 96% de todas las zonas de baño -incluida Polonia- cumplen las normas básicas de seguridad establecidas en la legislación de la UE. Esto significa que bañarse en ellas no supone ningún riesgo para la salud.
Sólo el 1,5% de las zonas de baño de toda la UE se consideraron de mala calidad, con medidas insuficientes para mejorar la situación.
Otra noticia positiva es que en las últimas cuatro décadas la calidad de las aguas de baño europeas ha mejorado notablemente. Según los autores del informe, las razones de este éxito son: el control sistemático del agua, la inversión en plantas de tratamiento de aguas residuales, la modernización de las redes de alcantarillado y la drástica reducción de los vertidos de aguas residuales municipales sin tratar. Gracias a estos cambios, bañarse en aguas urbanas es por fin seguro.
La mayor parte de Europa tiene un problema de calidad del agua
El profesor Krzysztof Lejcuś no es tan optimista. Advierte de que no sólo Polonia, sino la mayor parte de Europa tiene un problema de calidad del agua. La excepción son los países escandinavos.
"Pensemos, por ejemplo, en los Juegos Olímpicos de París: durante cuatro años se puso en marcha un programa de limpieza del río Sena para que los atletas pudieran nadar con seguridad en el río en vez de en la piscina. A pesar de estos preparativos, durante las Olimpiadas los indicadores estuvieron al límite de la seguridad y hasta el final no estuvo claro si la competición se celebraría. Al final sí se celebró, pero los atletas informaron de problemas de salud", recuerda el profesor.
"Esto demuestra que no somos los únicos con problemas de pureza del agua: queda mucho trabajo por hacer en todas partes. Muchos países se han ocupado de los problemas básicos que he mencionado, pero aún no se ha encontrado una solución completa".
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