Las mujeres en política sufren más acoso en redes sociales que los hombres, según un estudio

Giulia Fossati entró en la política italiana en 2021, recurriendo a menudo a las redes sociales para compartir sus opiniones sobre temas como la inmigración, el racismo y el feminismo. Pero su presencia en internet tuvo un coste. "Hay mucha violencia en las redes sociales", explica Fossati, miembro del Partido Demócrata de centro-izquierda, que representa a las mujeres inscritas en el partido en Pavía, cerca de Milán.
"Recibo muchos comentarios, sobre todo cuando hablo de temas feministas", declaró a 'Euronews Next', citando ejemplos como "vete a la cocina" o "cállate idiota". Fossati aún no es un nombre conocido en la política italiana, pero ya se enfrenta al acoso en internet, con insultos que a menudo combinan indirectas hacia su género y edad.
"Me llaman 'mujer joven' de forma que parezco menos creíble, menos defendible que un adulto", explica. La experiencia de Fossati no es una excepción. Las mujeres políticas tienen más probabilidades que los hombres de sufrir ataques identitarios en las redes sociales, según un nuevo estudio publicado en la revista 'Politics and Gender'.
Los investigadores analizaron más de 23 millones de mensajes en la plataforma de redes sociales X, antes conocida como Twitter, dirigidos a políticos de Alemania, España, Reino Unido y Estados Unidos. En aquel momento, la plataforma aún tenía activa la moderación de contenidos.
Aunque hombres y mujeres se enfrentan a un número similar de ataques en línea, los hombres políticos tienden a ser blanco de insultos generales y las mujeres políticas suelen ser objeto de ataques más a menudo por su apariencia, género, etnia o moralidad personal, según el estudio.
En Europa, la fama tiene poco que ver con los ataques. Las mujeres políticas se enfrentan a tuits ofensivos independientemente de lo conocidas que sean, y están más expuestas a estos ataques que sus homólogos masculinos, según los investigadores. Estos ataques en línea pueden llevar a las mujeres a reducir su presencia en la red y disuadirlas de presentarse a cargos políticos.
El estudio definió los tuits ofensivos como aquellos que contienen expresiones de odio, estereotipos de género, lenguaje excluyente (como "las mujeres deberían quedarse en casa en vez de dedicarse a la política"), amenazas a los derechos individuales, insultos, ataques a los personajes ("mentirosa", "traidora"), vulgaridad, sarcasmo, gritos en mayúsculas o contenido incendiario o humillante.
Las causas profundas del odio en línea hacia las mujeres
El estudio tiene algunas limitaciones. Andrea Pető, profesora del departamento de estudios de género de la Universidad Centroeuropea de Viena, criticó el uso de la IA en el estudio, afirmando que, si bien estos modelos pueden señalar amenazas explícitas, tienen dificultades para detectar formas más sutiles de agresión verbal. "La inteligencia artificial no puede captar los matices", dijo Pető a 'Euronews Next'.
Asimismo, al calificar los comentarios de "ofensivos", es posible que se pase por alto algún contexto, por ejemplo, el hecho de que muchos "votantes democráticos sostienen estos puntos de vista", explicó. Aun así, las conclusiones generales del estudio no sorprendieron a los expertos en género y política. El acoso de las mujeres en internet lleva mucho tiempo siendo objeto de escrutinio, lo que ha dado lugar a investigaciones, debates y reformas legales.
Históricamente, el poder, la política y el debate público no han estado asociados a las funciones o tradiciones femeninas. Pensemos en el derecho de voto de las mujeres. En algunos países europeos, como Grecia, el sufragio universal para las elecciones nacionales no se estableció hasta 1952.
El legado de esta desigualdad de género es evidente incluso hoy en día. Cuando las mujeres entran en los espacios políticos, incluidas las redes sociales, pueden encontrarse con hostilidad y ataques por el hecho de ser mujeres, dijo Pető.
"Se espera que las mujeres estén en la esfera privada y quienes cuestionan esta división, ya sean brujas, Marie Curie, políticas locales o diputadas, se enfrentan a cierto tipo de medidas disciplinarias por parte de la esfera pública, dirigida por hombres", explicó. Pero, ¿esta hostilidad en línea se debe a actitudes sociales profundamente arraigadas, a los sistemas tecnológicos que las amplifican, o a ambas cosas?
Cuestiones tecnológicas y económicas
"La tecnología funciona a menudo como un espejo", afirma Sandra Wachter, profesora de Tecnología y Regulación en la Universidad de Oxford y en el Instituto Hasso Plattner de Potsdam (Alemania). "Quienes ya sufren opresión y discriminación en la sociedad se enfrentan a ella a mayor escala si implantamos la tecnología de forma totalmente libre. Por eso, es importante la legislación", declaró a 'Euronews Next'.
Wachter señaló que, más allá de las causas sociales e históricas, los ataques en línea contra las mujeres también están impulsados por los intereses económicos de las grandes empresas tecnológicas. Según ella, sus modelos de negocio están diseñados para mantener a los usuarios en línea el mayor tiempo posible con el fin de vender publicidad. "Lo que la gente quiere ver y lo que la mantiene enganchada es algo rabioso, escandaloso", afirma Wachter.
Esa es una razón clave por la que las noticias falsas, a menudo caracterizadas por un tono sensacionalista, tienden a difundirse más lejos y más rápido que la información legítima. Aun así, mucha gente no es consciente del problema, afirma Wachter. A menudo se culpa a las víctimas de los ataques en línea, mientras que los autores -e incluso las fuerzas de seguridad- no suelen comprender lo graves que pueden ser las consecuencias, en parte debido al entorno digital, dijo.
Cómo solucionar el problema
Algunas plataformas, como TikTok, utilizan la moderación de contenidos mediante IA, mientras que otras, como Facebook e Instagram, de Meta, han reducido la revisión de contenidos. Pero la IA no puede captarlo todo, advierte Sara de Vuyst, profesora de cultura visual contemporánea en la Universidad de Maastricht (Países Bajos).
"El uso de la IA tiene algunos problemas; se pierden cosas cuando los comentarios se formulan de forma más sarcástica, se pierden matices", dijo de Vuyst a 'Euronews Next'. Tanto de Vuyst como Wachter coinciden en que normativas como la Ley de Servicios Digitales (DSA) de la Unión Europea son un paso en la dirección correcta.
La DSA, que entrará en vigor en febrero de 2024, pretende proteger los derechos de los consumidores en internet. Facilita que los usuarios señalen si una publicación en línea es problemática y exige a las grandes empresas de redes sociales que apliquen protocolos de reducción de riesgos.
Sin embargo, tanto de Vuyst como Wachter sostienen que, con la DSA, la responsabilidad corporativa de estas empresas sigue siendo escasa. "Todos ellos son pasos fantásticos en la dirección correcta", afirma Wachter. "Pero lo que nadie ha hecho todavía es plantearse la pregunta: ¿Qué pasa con el modelo de negocio?". De vuelta en Italia, Fossati ha tomado cartas en el asunto.
Al principio, se dedicó a debatir con quienes le lanzaban mensajes de odio en internet, tratando de entender sus puntos de vista. Sin embargo, adoptó un enfoque diferente al darse cuenta de que muchos comentaristas no estaban abiertos a un verdadero debate.
"Si alguien me insulta, mi respuesta es siempre muy irónica", dice. Si un comentario es especialmente ofensivo, recuerda al usuario que podría presentar cargos, aunque nunca lo ha hecho porque sería un proceso caro y engorroso. A pesar de los ataques, Fossati mantiene su motivación y opta por centrarse en el lado positivo. "A menudo hay comentarios negativos porque no escribimos sobre lo buena que es la gente", afirma. Los que odian en internet "no representan toda la realidad".
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