4.000 efectivos para un ataque secreto contra Irán: revelan los detalles de la operación Martillo de Medianoche

El 20 de junio, siete bombarderos furtivos B-2 Spirit de Estados Unidos despegaron desde la base aérea de Whiteman, en Misuri, para ejecutar una operación secreta contra instalaciones nucleares en Irán. Tras un vuelo de 30 horas, los aviones lanzaron por primera vez bombas perforadoras de búnkeres de 13,6 toneladas, conocidas como 'Massive Ordnance Penetrator' (Penetrador Masivo de Municiones).
En una entrevista con 'Fox News', el coronel Josh Vitale, comandante de la unidad operativa, detalló aspectos inéditos de la misión, denominada operación Martillo de Medianoche, que movilizó a cerca de 4.000 efectivos, que trabajaron en absoluto secreto. "Nuestro trabajo es muy silencioso. Todos trabajan en secreto para cumplir la misión. Todo nuestro equipo colaboró usando los conocimientos adquiridos tras años de entrenamiento", dijo Vitale.
De entre decenas de aviadores entrenados, fueron elegidos 14. "Este equipo ha realizado múltiples maniobras y ejercicios militares. Al observar su preparación, me preguntaba cuántas veces habían practicado esto. ¿Cuánto han entrenado para esto? Este grupo era muy experimentado", añadió.
Una misión exhaustiva
Vitale indicó que cada avión contaba con dos pilotos que se turnaban para descansar entre 45 minutos y una hora, acostados en una pequeña zona del suelo metálico detrás de los asientos. Algunos llevaron bebidas energéticas para mantenerse alerta. Sobre el reabastecimiento en vuelo, explicó: "Es la parte más complicada de nuestro trabajo. Tienes que volar a una distancia de tres metros debajo de un avión cisterna KC-135, KC-10 o KC-46, donde la manguera y la boquilla se conectan a la válvula de combustible en la parte superior del B-2".
Cada B-2 debía volar en paralelo con el avión cisterna durante 15 a 30 minutos para recibir unas 75 toneladas de combustible. "14 bombas alcanzaron sus objetivos. Fue una ejecución totalmente impecable. Estoy extremadamente orgulloso de cómo lo hicieron y también de los 4.000 que apoyaron la misión aquí en diversas disciplinas", dijo.
La misión de combate más larga en la historia fue un vuelo de 44,3 horas realizado tras los ataques del 11 de septiembre de 2001 contra objetivos de Al Qaeda y los talibanes.
El debut de las bombas perforadoras
Frank Espinoza, director de armamento de la unidad 509 de Whiteman, explicó que en la base se almacenan bombas de 13,6 toneladas junto a otras de 226 y 907 kilos, y que su personal recibe cursos de 21 días y entrenamientos mensuales para certificarse en su manipulación.
Afirmó que estas armas fueron desarrolladas tras 15 años de pruebas y que las instalaciones nucleares de Irán fueron su primer objetivo real: "Las bombas penetran en el suelo antes de explotar".
Según 'Fox News', ataques israelíes previos desactivaron la defensa aérea iraní, lo que facilitó la incursión de los bombarderos estadounidenses. De las 14 bombas lanzadas, 12 impactaron en las instalaciones de Fordow, ubicadas a 90 metros de profundidad en una zona montañosa, y dos en Natanz.
El comandante estadounidense destacó que la operación Martillo de Medianoche representó la misión de bombardeo a gran escala más extensa jamás realizada con siete B-2. Añadió: "Cuando regresaron (los efectivos), estaban completamente exhaustos".
No proporcionó detalles sobre advertencias a la tripulación, uso de guerra electrónica o evidencia del impacto de las bombas, considerándolos confidenciales.
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