¿Cuáles son los objetivos de Netanyahu al reanudar la guerra contra Gaza y hacia dónde se dirige la región?

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dio la orden de reanudar la guerra contra Gaza y romper el acuerdo de alto el fuego, alegando que su intención era intensificar la presión militar sobre Hamás. Según Netanyahu, Hamás había rechazado la propuesta del enviado de Trump a Oriente Medio, Steve Witkoff, para la segunda fase de las negociaciones para liberar a todos los rehenes. ¿Cuáles son los objetivos de Netanyahu y qué consecuencias tendrá esta nueva ofensiva en la región?

¿Cuál es la situación geopolítica actual respecto al 7 de octubre de 2023?

El 8 de octubre, Israel dijo que la guerra contra Gaza era una respuesta al ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023, y fijó altos objetivos que incluían eliminar al movimiento militar para deshacerse de lo que describió como "los brazos del mal y los apoderados de Irán", empezando por Hezbolá en Líbano, los hutíes en Yemen, el régimen de Bashar al Assad en Siria y el propio régimen de Teherán.

El Estado hebreo declaró que la guerra cambiaría "la faz de Oriente Próximo". A lo largo de los 15 meses que duró la guerra la comunidad internacional quedó horrorizada ante la muerte de más de 48.000 palestinos.

Esa misma comunidad dio un giro después de que la Corte Penal Internacional emitiera una orden de detención del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y a de su exministro de Defensa, Yoav Galant, en noviembre de 2024 por cargos relacionados con crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad en Gaza y Cisjordania.

Menos apoyos a Gaza y la llegada de Trump

En la región, los apoyos a Gaza han disminuido como resultado de una menor coordinación entre los movimientos armados de los denominados "Frentes de Apoyo a Gaza" o el "Eje de la Resistencia", liderados por la República Islámica de Irán.

Debemos tener en cuenta también el declive del poder militar de Hezbolá, la caída del régimen de Bashar al Assad en Siria (principal línea de suministro de armas), y el endurecimiento de las sanciones estadounidenses contra Teherán.

Por otro lado, Washington ha incluido a los hutíes entre las "organizaciones terroristas extranjeras". De este modo ha aumentado la presión económica sobre Yemen y los ataques del Pentágono se han multiplicado contra sus posiciones.

La llegada de Donald Trump de la Presidencia de Estados Unidos para un segundo mandato ha cambiado el mapa geopolítico de forma radical. Trump mostró desde el principio su apoyo a Netanyahu en sus planes de desplazar a la población de Gaza, tomar el control total de Cisjordania e incluso reanudar la guerra en la Franja.

Cambios en los mandos de Israel, la cuestión de los rehenes y el asedio humanitario

El cambio en la estructura de mando del Ejército israelí y la sustitución de antiguos oficiales por figuras más próximas a Netanyahu, tras la destitución del ministro de Defensa, Yoav Galant, el jefe del Estado Mayor, Hertzi Halevi, el jefe del Shin Bet,** Ronen Bar, y otros mandos.

Además está la cuestión de los rehenes. Las familias de los rehenes están en contra de la reanudación de la guerra. Hamás ha devuelto, de momento, 192 rehenes de los 251 personas secuestradas durante el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023.

Otro aspecto que ha cambiado en más de un año de agresión israelí es el terrible asedio humanitario a Gaza tras el cierre de los pasos fronterizos, que impidió la entrada de camiones de ayuda, además de la prohibición del trabajo de la UNRWA en el país. Todo esto dificulta una respuesta de Hamás.

¿Cuáles son los objetivos de Netanyahu al reanudar la guerra contra Gaza?

Netanyahu afirma que su guerra actual es el resultado de la reiterada negativa de Hamás a liberar a los rehenes y de todas las propuestas formuladas por el enviado estadounidense Steve Witkoff y los mediadores cataríes y egipcios. Sin embargo, muchos observadores creen que hay objetivos no declarados en esta nueva ofensiva:

• Lidiar con la elusión por parte del Gobierno israelí de sus obligaciones en el acuerdo de alto el fuego que firmó con Hamás, sobre todo la retirada del eje de Filadelfia.
• El intento de Netanyahu de prolongar su vida política devolviendo a Itamar Ben-Gvir y a su facción de extrema derecha Otzma Yehudit al Gobierno, aprobando el presupuesto y estabilizando la coalición.
• La elusión por parte de Netanyahu de las audiencias de los casos de corrupción de los que se le acusa, para lo que ha estado utilizando la excusa de estar ocupado con asuntos internos y externos y de dirigir guerras en "siete frentes" para presionar al poder judicial a posponerlas.
• Crear una cortina de humo para distraer la atención de los medios de comunicación de las renovadas protestas contra el Gobierno israelí por su destitución del jefe del Shin Bet, Ronen Bar, y la destitución de la asesora judicial Gali Baharav-Miara tras amplios desacuerdos con ella.

El futuro de la escalada: varias opciones están en juego

• Avanzar hacia una solución diplomática: A pesar de condenar la retirada de Israel del acuerdo y de hacer un llamamiento a todas las facciones palestinas para que se opongan a la actual escalada en Cisjordania y Gaza, la postura de Hamás sigue siendo ambigua, ya que el grupo ha negado las afirmaciones de Netanyahu de que rechazaba la propuesta de Witkoff.

  Hamás aún no ha reanudado sus operaciones militares en Gaza, lo que sugiere que está considerando la opción de la escalada y podría recurrir a activar la mediación catarí o egipcia para salvar las negociaciones.

En este contexto, el diario hebreo 'Haaretz' informó de que la oleada de incursiones en Gaza, que causó la muerte de más de 430 palestinos y heridas a más de 500, tenía como objetivo presionar a Hamás para que se mostrara blando en las negociaciones.

El periódico citaba fuentes militares y de seguridad israelíes que afirmaban que el Estado hebreo podría verse obligado en cualquier momento a detener los combates en Gaza para llegar a un acuerdo con Hamás. La presión de las familias de los rehenes para detener la guerra puede hacer más probable esta opción. Aquí se pueden plantear varias preguntas: ¿Qué tipo de entendimiento político aceptarán ambas partes? ¿Cómo conciliará Netanyahu la satisfacción de la extrema derecha y el cumplimiento de las exigencias de las familias de los prisioneros detenidos?

• Ir hacia una confrontación militar: La postura de Hamás puede sugerir una actitud de espera, pero no significa que la facción armada descarte por completo la opción militar, o que no lleve tiempo preparándose para ella. Anteriormente, el 'Wall Street Journal' citó fuentes privadas que afirmaban que el movimiento ha empezado a tomar una serie de medidas en previsión de una vuelta a la batalla, entre ellas el nombramiento de nuevos comandantes en las Brigadas Qassam, el brazo militar de Hamás, la reparación de la red de túneles subterráneos y la formación de nuevos combatientes para luchar en la guerra de guerrillas contra Israel.
• Por otro lado, el movimiento es consciente de que sus condiciones militares son diferentes. Los "frentes de apoyo" se han detenido, salvo en el caso de los hutíes, y la población de Gaza está sometida a enormes presiones económicas y humanitarias. Por otro lado, la aquiescencia de Hamás a todas las condiciones de Israel, sin demostrar la capacidad militar para hacerle frente, podría significar el fin del control político de Hamás sobre Gaza, y la imposición de un estricto control sobre su línea de suministro de armas si pierde el corredor de Filadelfia, lo que no sería fácil.